Lastima los espejos la piel descascarada.
Ella
quiere
ver aparecer la que era antes,
simplemente joven.
Su buenamemoria
deshoja margaritas.
Temblores ligeritos exponen la tristeza.
Cuesta
esbozar
una sonrisa.
Nadie la llama
nadie la mira
ya no hay una mano porfiada en su cintura
así es difícil
sostener la ilusión.
Pero
ella
no se da por vencida
y busca su estuche de cosméticos.
Siempre hay una máscara para absorber lo frágil.
SUSANA LIZZI
Derechos reservados
3 comentarios:
Excelente el poema. Muy sugerentes las imágenes.
Querida Susana:
Gracias por compartir este poema, emotivo, con un final esperanzador.
Un saludito cordial
Analía
Excelente, como siempre! espero que esté bien, Susana, y la invito a darse una vuelta por mi blog. Saludos!
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