(fragmento de la presentación)
Mi intención fue presentar a Mariela Farina desde un lugar afectivo y desde mi posición frente a su obra como una observadora que, en cierto modo, decidió participar de la escena que se me planteaba desde el cuadro. ¿Y cómo participa un espectador? interpretando ese espacio observado desde el propio campo perceptivo y entorno individual para intentar reconstruir los vínculos que hicieron posible la representación de la obra, sitúandome en esta esfera de: vínculo-artista-obra, sin ser una conocedora de la plástica, sabiendo que de un cuadro a otro se han ido trasladando fragmentos de historia o imaginarios personales desde la antigüedad hasta nuestros días, resonancias significativas e iconográficas.
Así, fragmentos de realidad y objetos concretos y mundanos se convierten en el punto de partida ya sea para pintar, ya para filosofar. Todo lo cual no hace sino reafirmar la idea de desplazamiento de la bidimensionalidad característica de la pintura, hacia otra esfera próxima a lo real. Así mismo señalaba Alan Solomon, para Rauschenberg, "La obra de arte ha dejado de ser un mundo ilusorio o un fragmento de ese mundo, rodeado por un marco que la separa irrevocablemente del mundo real" (Solomon, 1963).
Mariela comenta detalles de su obra |
En cuanto pincel femenino, ¿cómo manipula la imagen Mariela? Según mi opinión, sus colores lila albergan una luminosidad abrigada, pero a la vez están en un tejido de alambre de púas y células que hablan de vida; ¿qué otra cosa es una mujer? Dinamismo puro. Vísceras y aura.
Jaime Hierro se dirige al público con solvencia discursiva. |
El vínculo con Jaime se dio a través de Mariela y no por eso es menos enriquecedor, por su tenor de búsqueda y por esa valentía de hurgar en lo posible; una persona con la que se puede entablar un diálogo receptivo y profundo.
Leo del folleto que nos entregaron:
En ¨Trilogía¨, el Golem -ese automata sin alma- nos conduce a bordear el horror, al modo que la muñeca Olimpia en el cuento ¨El hombre de arena ¨de Hoffmann
El mito tiene esa esencia de oculto, secreto, impenetrable y a la vez eterno; aqui en una atmósfera barroca, se inserta un sujeto actual , un autoretrato, que dará el soporte a lo atemporal y sustancia a la perdurabilidad.
Tal vez debe a Greenaway su constancia en la anatomia, en el desnudo, las luces y sombras del clima creado.
En toda la obra se representa el animismo, la magia, la omnipotencia del pensamiento las actitudes frente la muerte, factores que -describe Freud analizando el cuento de Hoffmann-, pueden transformar lo angustioso en ominoso, pero debe haber algo más, algo familiar y confortable.
Es en ¨Lesiones graves¨ donde aparece un pacto, también secreto, íntimo, que cruza el límite, cumpliendo con ese temor tan terrible y tan atractivo, enfrentándonos a lo ineludible, a la borrosa idea del no ser.
Lugar desde donde toma sentido la definición de Schelling de siniestro, como aquello que debiendo permanecer oculto, ha sido develado.
Luego de la inauguración, una rueda cordial. |
La Prof. Mirta Harispe y Alicia Carlés |
Mi propuesta es que decidan participar de la obra de estos artistas, que pasen a formar parte de ella como espectadores interpretantes, que se dejen llevar por la magia del arte y que se vinculen con las resonancias que cada pincelada, que cada palabra traer consigo desde lo remoto.
Susana Lizzi
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