jueves, 20 de diciembre de 2012

LA MALDAD Y OTRAS PRESENCIAS



LA MALDAD Y OTRAS PRESENCIAS

Quisiera recordar
-a pesar de la sinuosa filiación
de la memoria,
a pesar de la espiga bocabajo
que se pudre
y
a pesar de la humana costumbre de pisotearlo todo
con sus remolinos de locura-
que la infinita muerte nos mira
y nos advierte
con su dialecto a descifrar.

Cuando salgo de la casa de la infancia
la memoria
me ha tendido su trampa
y me encima en la sombría nostalgia
-como celosa madre-

Sin embargo salgo,
aunque intranquila,
a beber el afán del tamarindo
y a escuchar un clamor de soledades.

Mis ojos extienden su presurosa inquietud  al horizonte
Mis manos se aferraron alguna vez a la rama más antigua,
la que acarició la tierra negra
en la calle bordeada de eucaliptos
y pudo dormirse con la sangre
deshidratada y oscura
como polvo de tiempo
surcador de impía realidad.

Mis oídos cuajaron todo rumor
con un ritmo inaugural de agua y de viento
fingiendo ignorar el llamado maternal -ruego incongruente
que murmura incrédulo a los soberbios dioses
que a veces dan
siempre a cambio de algo,
pero eso
es otra historia-

La eternidad posible es una espuela
acicateando la rudeza de la esperanza infame
de todo ser humano
cuya sangre
es el pastizal del universo
¿alguna nueva vida nos espera
en la otra colina?
Me pregunté.

Cuando el campo verde, la calle polvorienta
y la azulada certeza total de mediodía
atropellaban mi desasosiego contenido
una espartana decisión de permanencia enhiesta
una estoica determinación
de vivir
con mucha urgencia,
con cierto resplandor de cien divinidades,
vivir como una estrella alumbrando vigilias
me acosaba
porque sí,
no para alguien
no por nada
sólo por el mismo motivo que arroja mis palabras
porque me nace así
lo pide mi interior
y esa es la prioridad
que no desoigo
porque sí
no por alguien
no para nada
por mí
por mi orden natural
de andar viviendo al compás de mi miedo
y al compás de mi alma
que late y se hace necesaria
en este espacio y tiempo
que consume mi cuerpo
que cada vez me muestra menos caras
y me asocia al firme propósito de que cuando me encuentre
la muerte
tendrá ganas de verme viva un rato
en acción
en plena posesión de la existencia
con la lengua agitada como un látigo siempre
con la espalda erecta
con el puño cerrado lanzando maldiciones de puro desafío
con la noble
fuerza
que no cede ni implora aunque la corroa el ansia impredecible
con firme obsesión, única virtud de los paupérrimos que oyen
el angustioso implorar de los cobardes
la soberbia del débil perturbando la voz de los que dudan
la cenicienta veleidad de los tibios
que no saben
todavía
que serán vomitados del cielo y del infierno;
la muerte
mi muerte
tendrá ganas de verme un poco retorcerme en este mundo
porque valdrá la pena
ver una mujer
que no ríe
pero no llora
late
cimbra
arrincona
somete
presume
boicotea
pero no masacra la virtud de un cielo nuevo
no aparta trigo del trigo ni maleza de maleza
sólo es apta
para el sacrificio sutil de la sabiduría
que hoy en día
lo digo
es cada vez más difícil andar de cara al ciego
sin chocar torpemente con su pobre batalla
esa, que lo vincula y lo limita con sus propias necedades
esos pobres
algunos de lo cuales
ricos
se creen
¿y  por dónde
aparecerá la magia que los salve de su magra suerte
como no sea
por el abismo profundo de los siete mares otoñales
que señalará el nuevo diluvio
en el que serán incluidos
porque el disgusto de la generación es incompatible con la
nueva mirada
unificadora?
por eso
migra
desde una promesa no cumplida hasta el castigo
y ella
la muerte
sabrá qué hacer cuando la orden sea ubicar los cuerpos
y las almas
con justa retribución de la maldad
y otras presencias
la muerte tiene
esencia de polvo y hambre de jauría
se ha dicho bienhechora
pero yo creo
que es malhechora con los malhechores
tal vez
y sólo
tal vez
bienhechora con los bienhechores.
Mis pies
han huido con saña de esa lacra pestilente que encarna la fuerza
hoy
que es momento
de jueces y abogados
hoy
que es momento de sordos y ciegos
hoy
que es momento de defraudar al justo y al sabio
y al noble.
Pero el agua y la arena se escurren dislocadas
y tienen el poder de hender la armonía con sus movimientos
pueden ahuecar las ciudades de los odiosos
pueden
atar la muerte al carro del que nace con oscuros pensamientos
y no tendrán refugio
ni voz
para pedir auxilio.
La muerte entonces
querrá sentir cómo mi aullido penetra los oídos confusos de los
que hoy no escuchan
y también
querrá salvar esta furia vital que me ha sostenido sobre mis piernas
sobre mi desgracia
sobre este sufrimiento a prueba de palabras
y de lágrimas
sobre este pedestal de ruinas
sobre este desgarrado corcel de mi memoria
que se estampa hoy
generosamente
en un cuadro
recuerdo de niñez
(¡curiosa suerte!)
Contra mí la inocencia
sobre mí la conciencia
junto a mí la esperanza
delante de mí
la oscura indecisión
de la victoria
no para alguien
no por nada
porque sí
como es todo siempre.

Mandala. De Nerea Gautama. Artista plástica.
Susana Lizzi

4 comentarios:

Silvina Carraud dijo...

“Abolir la nostalgia, esa tenia violenta, esa impotencia desovillada en máscara, mi desdentada enemiga más voraz”, escribió el poeta Jorge Riechmann y lo traigo como paradoja, porque para quienes somos tus lectoras/seguidoras, las palabras paridas de esa sombría nostalgia, de la que salís intranquila, nos alimentan el espíritu y nos interpelan a un entrañable recorrido por los sentidos. La muerte nos llegará, indefectiblemente. Sin embargo, no dudo en expresarte que no te alcanzará en cuanto a olvido: he aquí tu palabra, legado de la mujer valiente y valiosa, que se ofrenda para hacernos emocionar, porque sí . ¡Gracias Sú! Un abrazo.

Lilí Muñoz dijo...

La muerte, la innombrable, ¿y si no fuera maldad, si tampoco bondad, si solo fuese? Si solo se tratase de una muerte, de alguna muerte, poeta, si solo fuese "/porque sí/ no por alguien/ no para nada/ por mí/ por mi orden natural/(...)/" Vislumbro algo así en LA MALDAD y OTRAS PRESENCIAS, hay un algo en la muerte que es la vida misma " la oscura indecisión/ de la victoria/ no para alguien/ no por nada / porque sí / como es todo siempre".
Gracias Susana por este poema inmenso, por este poema ensayo, por el interrogante, por el ritmo y la cadencia.

Lilí Muñoz dijo...

2-3-2013
Es rotundo Su, en sus múltiples sentidos.Llegan varios poemas, los trae, los rebate y los acuesta un eje que se esplendiza en gajos y ramitas.
"(...) la muerte
mi muerte
tendrá ganas de verme un poco retorcerme en este mundo
porque valdrá la pena
ver una mujer
que no ríe
pero no llora
late
cimbra
arrincona
somete
presume
boicotea
pero no masacra la virtud de un cielo nuevo
no aparta trigo del trigo ni maleza de maleza
sólo es apta
para el sacrificio sutil de la sabiduría
que hoy en día
lo digo
es cada vez más difícil andar de cara al ciego
sin chocar torpemente con su pobre batalla
esa, que lo vincula y lo limita con sus propias necedades
esos pobres
algunos de lo cuales
ricos
se creen
¿y por dónde
aparecerá la magia que los salve de su magra suerte
como no sea
por el abismo profundo de los siete mares otoñales
que señalará el nuevo diluvio
en el que serán incluidos(...)"


Jorge Curinao dijo...

¿Y cuánto hay que volver para dejar de ser?

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